jueves, 10 de enero de 2008

Atenco, una tierna muralla. Salvador Díaz Sánchez


El triunfo de los salvadoratenquenses es un patrimonio del pueblo trabajador del campo y la ciudad, un ejemplo de abnegación e inteligencia, de valor y talento de los ejidatarios al superlativo costo de un campesino asesinado que sin metáforas está vigente en el símbolo de la resistencia, muchos heridos y más torturados que jamás aceptaron el verbo claudicar, pese a los asedios de contingentes armados que de cualquier tapia hacer paredones.

Atenco: una tierna muralla es un trabajo fraternal y solidario, que recoge la experiencia señera de estos jornaleros que sufrieron ataques e intimidaciones de judas, madrinas, pefepos, soldados, granaderos mexiquenses DeFe, amenazas y calumnias de todo jaez, sin que jamás les abatieran el ánimo y conquistaran una victoria con el aroma de la tierra.

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