martes, 25 de septiembre de 2007

La vida es bella (Roberto Benigni)


Unos años antes de que comience la Segunda Guerra Mundial, un joven llamado Guido llega a un pequeño pueblo de la Toscana italiana con la intención de abrir una librería. Allí conocerá a Dora, la prometida del fascista Ferruccio, con la que conseguirá casarse y tener un hijo. Con la llegada de la guerra los tres serán internados en una campo de concentración donde Guido hará lo imposible para hacer creer a su hijo que la terrible situación que están padeciendo es tan sólo un juego.

La lista de Schindler (Steven Spielberg)


Spielberg estremeció al mundo con su desgarrador y magistral relato de las víctimas del holocausto nazi. Asombrosamente contada, "La lista de Schindler" es una poderosa y compleja narración que desarma al espectador ante la visión de una angustia casi inaguantable, no exenta de una visión esperanzadora del hombre. Su gran mérito no fue el unánime reconocimiento de la crítica, ni tan siquiera sus 7 Oscar incontestables. El gran legado, el impagable logro del inteligente realizador americano con esta impresionante película, fue su merecidísimo éxito de taquilla, fue exprimir su talento y usar su fama de director "comercial" para recordar a las generaciones que no vivieron la Segunda Guerra Mundial que tal barbaridad existió.

El pianista (Roman Polanski)


Espléndida película en la que Polanski ambienta con admirable realismo el guetto de Varsovia -una cárcel de indignidad, muerte y sufrimiento- para mostrar la barbarie nazi y la supervivencia judía con crudeza sin caer en efectismos. Consciente de que Spielberg dejó sentenciada la última palabra sobre el holocausto, el director polaco se centra en la dramática antesala de los campos de exterminio -en una primera parte formidablemente narrada-, para impulsar la película a altas cotas de interés y emoción en la desoladora y solitaria odisea de Brody, culminada con, quizá, la más bella escena de cine de todo el año 2002: la secuencia del piano ante la imponente presencia del oficial alemán.

El marido de la peluquera (Patrice Leconte)


Curiosa y envolvente película del francés Leconte, que cosechó muy buenas críticas y un considerable éxito de taquilla. Las simples y cotidianas relaciones entre un peluquero y su voluptuosa y sensual esposa centran la historia de esta pequeña joya.

El fuego y la palabra 20/10


Una historia compuesta por pequeñas historias en imagen: un baile, una obra de teatro, un partido de futbol, un helicóptero del ejército sobrevolando, una marcha de antorchas; escenas de la toma de San Cristóbal, de la tragedia de Acteal, de comunidades desplazadas, de enfrentamientos… historias “fragmentarias y aparentemente locales” en las que se evidencia “un hilo de coherencia que le da peso y drama a su presencia política mundial y le otorga legitimidad a su lucha de resistencia.”

Diarios de motocicleta (Walter Salles)


En 1952, dos jóvenes argentinos, Ernesto Guevara y Alberto Granado, emprenden un viaje por carretera para descubrir la verdadera América Latina. Ernesto es un joven estudiante de medicina de 23 años de edad, especializado en leprología. Alberto es un bioquímico de 29 años. La película sigue a ambos jóvenes en su viaje de descubrimiento de la rica y compleja topografía humana y social del continente latinoamericano. Los dos amigos dejan el familiar entorno de Buenos Aires en una desvencijada motocicleta Norton de 500 cc del año 1939, imbuidos de un romántico espíritu aventurero. La moto se avería, pero los viajeros prosiguen en autostop. Poco a poco, van tomando contacto con una Latinoamérica diferente, reflejada en las personas que encuentran en su viaje; el cambio en sus perspectivas parece encontrar reflejo en la variedad de la geografía por la que transitan. Su ruta los lleva hasta las alturas de Machu Pichu, donde las majestuosas ruinas y la extraordinaria presencia de la herencia Inca ejercen un profundo efecto sobre ambos. Al llegar a una colonia de leprosos en el corazón de la selva amazónica, los dos viajeros ya han comenzado a poner en cuestión el valor del progreso tal y como lo definen ciertos sistemas económicos, que dejan a tantos en la cuneta. Sus experiencias en la leprosería hacen que despierten en ellos los hombres en que se convertirán en el futuro y que definirán el recorrido ético y político de sus vidas.

Diario de un skin (Jacobo Rispa)


Antonio Salas -un periodista bajo seudónimo- se infiltra en los grupos neonazis de Madrid para descubrir a los asesinos de su compañero de investigación. Cuenta para ello con el apoyo de Jaime, un policía que tiempo atrás había hecho lo mismo pero sin conseguir llegar hasta la cúpula.

El Ilusionista (Neil Burger)


Cuando Eisenheim (Edward Norton) comienza a actuar con su asombroso espectáculo de ilusionista en Viena, pronto corre la voz sobre sus poderes sobrenaturales… llegando a oídos de uno de los hombres más poderosos y pragmáticos de Europa, el príncipe heredero Leopold (Rufus Sewell). Convencido de que el mago no es más que un experto impostor, Leopold asiste a uno de los espectáculos de Eisenheim. Pero cuando la bella prometida del príncipe, Sophie von Teschen (Jessica Biel), aparece, Eisenheim y Sophie se reconocen de la infancia y un amor latente revive. Con Eisenheim y Leopold luchando por el afecto de Sophie, pronto se hará evidente que ambos están dispuestos a no poner límites para reivindicar y mantener su amor. La relación clandestina continúa y el inspector de policía Uhl (Paul Giamatti) tiene como misión, por órdenes de Leopold, desenmascarar a Eisenheim, por lo que intensifica sus esfuerzos a pesar de que el mago sigue cosechando grandes éxitos entre su público. Mientras que Uhl insiste tenazmente en descubrir los trucos de este hombre, Eisenheim prepara su número más ambicioso.

Diamante de Sangre (Edward Zwick)


Con el caos y la guerra civil que en los años 90 envolvió Sierra Leona como telón de fondo, "Diamante de sangre" es la historia de Danny Archer (Leonardo DiCaprio), un ex mercenario sudafricano, y Solomon Vandy (Djimon Hounsou), un pescador de Mende. Ambos hombres son africanos, pero sus historias y sus circunstancias son completamente diferentes. Sus destinos se unen en la búsqueda conjunta para recuperar un diamante rosa, poco común, que puede transformar sus vidas. Mientras se halla en prisión por contrabando, Archer se entera de que Solomon, quien fue separado de su familia y obligado a trabajar en las minas de diamantes, ha encontrado y escondido la extraordinaria piedra sin pulir. Con la ayuda de Maddy Bowen (Jennifer Connelly), una periodista americana cuyo idealismo se ve atenuado por una profunda relación con Archer, los dos hombres emprenden un viaje por territorio rebelde. La travesía, más que una búsqueda del valioso diamante, podría salvar a la familia de Solomon y dar a Archer la segunda oportunidad que creía que nunca tendría.

BOWLING FOR COLUMBINE (Michael Moore)


¿Por qué 11.000 personas mueren cada año en Estados Unidos víctimas de las armas de fuego? ¿Es tan diferente Estados Unidos de otros países? ¿En qué se diferencia de otros? ¿Por qué Estados Unidos se ha convertido en autor y víctima de tanta violencia? "Bowling for Columbine" es una obra vigorosa que deja una profunda huella en el público. Para los esta-dounidenses, es la condena despiadada e irónica de una cultura del miedo que ha empujado a un pueblo a armarse hasta los dientes y a perder el control. Pa-ra los demás, es una advertencia en clave humorística sobre lo que podría pa-sar en cualquier país del mundo que decidiera adoptar el Modelo Americano para crear un subproletariado numeroso y permanente que debe ser combatido por un ejército armado protegido por la Constitución.

Blow Up (Michelangelo Antonioni)


Adaptación de un cuento de Julio Cortázar que narra la historia de un fotógrafo que, tras realizar unas tomas en un parque londinense, descubre al revelarlas una forma irreconocible que resulta ser un cadáver. Una de las películas más aclamadas de Antonioni, premiada en el Festival de Cannes con la prestigiosa Palma de Oro.

Bailarina en la oscuridad (Lars Von Trier)



No es fácil reseñar Bailarina en la oscuridad, la nueva película del danés Lars Von Trier. Aunque dijéramos que él es el creador del Dogma 95 pero en este film se aleja de la austeridad de aquellas normas; que ganó la Palma de Oro en Cannes cosechando amores y odios; que el film está protagonizado por la cantante islandesa Björk; que está filmado en video digital, y que es una mezcla de melodrama y musical, estaríamos diciendo poco. Bailarina en la oscuridad es mucho más que eso. En la acumulación de diferentes elementos, en la exaltación de ciertos recursos, en la provocación que produce el tema y el tratamiento que le da su director, tal vez se encuentre parte del secreto.

Ninguna de las películas que componen la filmografía de Lars es igual a la otra. Casi podría decirse que se contraponen, como si de esta forma el realizador afirmara su postulado anterior y volviera a comenzar, a experimentar, a refundar el cine que propone. Aunque no abandona la cámara en mano, cierta crueldad morbosa y un alegato contra la pena de muerte llevado al extremo, Bailarina... está más cerca de Contra viento y marea (Breaking the Waves, 1996) que del Dogma y Los idiotas (Idioterne, 1998), su anterior film.

Si el Dogma era austeridad pura, Bailarina... es puro artificio: cientos de cámaras, varios decorados, musicales inmersos en una trama dramática (y aun trágica), muertes y mucho más. Como Bess (Emily Watson) en Contra viento y marea, la protagonista de Bailarina... es una mujer sufrida y sacrificada. Y el martirio de ambas está asociado a la idea de santidad.

Selma (Björk) es checoslovaca pero se mata trabajando en una fábrica de los Estados Unidos para salvar a su hijo. Madre soltera, pobre y casi ciega, junta centavo tras centavo para poder pagarle una operación de ojos a Gene (Vladan Kostic) que le evite la ceguera que hereditariamente padecerá. El problema es que tanto lo primero –que Selma casi no ve–, como lo segundo –que atesora dinero porque su hijo debe operarse– son dos secretos que ella tiene bien guardados. El trabajo con las máquinas de la fábrica es difícil y peligroso pero ella sabe hacerlo de memoria y pretende que su supervisor y su amiga Kathy (Catherine Deneuve) no se den cuenta de la discapacidad. La excusa para la reserva del dinero es que se lo envía su padre en su país de origen, Oldrich Novy.

Lo de su padre es un invento. Pero Novy existe. Es un bailarín de viejos musicales como los que a Selma le gusta representar en sus ratos libres (hace de María en una puesta de La novicia rebelde) y ver en el cine (es memorable la escena en que Kathy le grafica sobre la mano a Selma los movimientos de los actores de la pantalla que ella no logra distinguir). Pero, principalmente, los musicales forman parte de su imaginación.

Pequeña, inteligente, confiada y un poco ingenua, Selma comete el error de intercambiar confesiones con Bill (David Morse). Este buen policía del pueblo le alquila un trailer en el jardín de la casa que comparte con su mujer y cuida a su hijo cuando ella no está, pero tiene serios asuntos de dinero que resolver. A partir de allí se desencadena la tragedia...

Los musicales se convierten, entonces, en un mundo paralelo para Selma, una lente por donde mirar, una nueva forma de ver las cosas a través de su imaginación. Von Trier juega con las convenciones del género y a la vez crea una salida para esta mujer que no la tiene. Se pasa de la situación más dramática a las canciones, los bailarines y las coreografías. Pero en Bailarina... no hay reflectores, ni escenario, ni orquesta. Los personajes son los mismos, las locaciones también, sólo que Selma imagina a todos danzando.

En la fábrica, en las vías del tren, en el juzgado o en la cárcel, cualquier pequeño ruido despierta en Selma el sueño musical. Esto le permite crear una nueva realidad, romper con la ominosa calma de la oscuridad (la de su ceguera y la del mundo que la rodea), lograr evadirse o, quizás, quedar sumergida definitivamente. En los musicales clásicos nadie muere, todo brilla. Aquí, apenas es posible esbozar una sonrisa en medio de la angustia que genera la narración.

Kathy estará siempre de su lado, su pretendiente Jeff (Peter Stormare) la rescatará en más de una oportunidad, su hijo Gene nunca dejará de ser el motor de su vida, pero a esta altura sabemos que Selma... El alegato final es feroz, como lo es siempre en Von Trier. Pero como dice el film: "no estamos perdidos si esta no es la última canción". Enojados o atraídos por Bailarina en la oscuridad, así de extremos son los sentimientos que despierta, lo que es seguro es que la entrañable Selma (irremplazable Björk) no será fácil de olvidar. Lejos, una de las mejores películas de los últimos tiempos.

Yvonne Yolis

jueves, 20 de septiembre de 2007

Apocalypto (Mel Gibson)


Mel Gibson regresa como director con "Apocalypto", una historia situada en la turbulenta época que marcó el final de la gran civilización maya. Cuando su idílica existencia es brutalmente interrumpida por el ataque de una violenta fuerza invasora, un hombre emprende un arriesgado viaje a un mundo regido por el miedo y la opresión en el que le espera un incierto final. Debido a un giro del destino y espoleado por el amor a su esposa y su familia, emprenderá el regreso a su hogar en un desesperado esfuerzo por preservar su forma de vida.