miércoles, 18 de julio de 2007

El cine como instrumento de colonización cultural: Disney, el western y el musical.

Saludos rebeldes y fraternos compañerxs, aqui va un articulo que nos parece bastante interesante de leer, extraido de la wea de "La Haine", esperamos lo lean y comenten...

Ponencia presentada en el V Congreso Internacional “Cultura y Desarrollo” de La Habana.

Casi desde sus orígenes, el cine se convirtió en el más eficaz vehículo de la cultura de masas (y por ende en el más poderoso instrumento de colonización cultural), solo superado, a partir de los años sesenta, por la televisión. O complementado, más que superado, puesto que la televisión vino a potenciar de forma extraordinaria, dándoles una nueva y masiva difusión, los productos cinematográficos y paracinematográficos (telefilmes, series, etc.). Es absurdo, por tanto, decir que la televisión le hace la competencia al cine: en todo caso, le hace la competencia a los cines (es decir, a las salas de proyección), pero la cinematografía como tal tiene en la televisión su mejor aliada.

Y desde sus orígenes la industria cinematográfica fue un cuasimonopolio de Estados Unidos, así como su más eficaz arma ideológica y propagandística; no es exagerado afirmar que, sobre todo en los años cincuenta y sesenta, Hollywood desempeñó un papel no menos importante que el Pentágono en la agresiva campaña imperialista estadounidense.

Para analizar el papel del cine como instrumento de colonización cultural, he elegido tres de sus vertientes más representativas (dos de ellas claramente tipificadas como “géneros”): los productos Disney, el western y el musical. La elección puede parecer un tanto arbitraria, incluso anecdótica, puesto que hay géneros mucho más explícitos desde el punto de vista de la propaganda ideológica (como el cine bélico o el policíaco); pero es precisamente su supuesta neutralidad lo que hace que estas tres ramas de la cinematografía estadounidense sean especialmente peligrosas, como intentaré mostrar a continuación.
Los productos Disney
A partir de la II Guerra Mundial, la factoría Disney inundó el mercado internacional con tres tipos de productos básicos: cortometrajes de dibujos animados, largometrajes de dibujos animados (los largometrajes con actores reales son más tardíos e inespecíficos) y cómics (desarrollados sobre todo a partir de los protagonistas de los cortometrajes).
Los cortometrajes disneyanos suelen ser meras sucesiones de gags humorísticos, y su carga ideológica es comparativamente escasa, aunque fueron decisivos para imponer a los dos grandes iconos de Disney: el ratón Mickey y el pato Donald, que se convertirían a su vez en los máximos protagonistas de los cómics de la factoría.
El análisis de las historietas de Mickey y Donald es especialmente interesante, pues en ellas alcanzan pleno desarrollo ambos personajes (apenas esbozados en los dibujos animados). En sus aventuras (a menudo bastante largas y de una cierta complejidad argumental), Mickey se perfila como el típico héroe positivo, valeroso y de conducta intachable, mientras que Donald se aproxima más al “semihéroe” de las típicas comedias cinematográficas estadounidenses, voluble y chapucero pero básicamente bueno. En su libro Cómo leer el pato Donald (1972), Ariel Dorfman y Armand Mattelart llevan a cabo un exhaustivo análisis del solapado contenido ideológico de los cómics disneyanos, y a dicho ensayo remito al lector interesado en un tema que no es posible tratar debidamente en esta breve exposición. Solo señalaré las curiosas relaciones de parentesco que se dan tanto en la familia Duck como en la familia Mouse: Donald vive con tres sobrinos (que no se sabe de quiénes son hijos), y los cuatro se relacionan de forma recurrente con el “tío Gilito”; las relaciones conyugales y paternofiliales brillan por su ausencia, y lo mismo ocurre en el caso de Mickey y sus dos sobrinos; además, tanto Donald como Mickey tienen sendas “eternas novias”, Daisy y Minnie, con las que mantienen relaciones un tanto ambiguas. ¿Impugnación de la familia convencional? Todo lo contrario: el matrimonio y la familia nuclear son la meta suprema, la culminación de toda aventura, y por tanto no pueden formar parte de la aventura misma; podríamos hablar, en este caso y en otros similares (casi todos los héroes del cómic tienen su correspondiente “eterna novia”), de mitificación por omisión.
En cuanto a los largometrajes de dibujos animados de la factoría Disney, sobre todo los de la primera época (Blancanieves, Bambi, Cenicienta, Pinocho, Peter Pan, La Bella Durmiente, etc.), han desempeñado un papel crucial en el proceso de suplantación de la cultura popular por la cultura de masas, al contribuir de forma decisiva a banalizar, edulcorar y resemantizar (es decir, ideologizar) los grandes cuentos maravillosos tradicionales y los clásicos de la literatura infantil. A primera vista, podría parecer que su carga ideológica no es muy intensa; pero no hay que olvidar que las películas de Disney van dirigidas (aunque no solo a ellos) a los niños, es decir, a un público indefenso ante los poderosos estímulos audiovisuales de estos excelentes (desde el punto de vista técnico) productos. Teniendo en cuenta, además, el extraordinario éxito de los grandes “clásicos” disneyanos, su amplísima difusión tanto en el espacio como en el tiempo, sería un grave error subvalorar la potencia indoctrinadora de sus almibarados mensajes ético-estéticos, que han grabado en las mentes de varias generaciones de niños unos patrones de belleza y bondad (y de fealdad-maldad) cuya trascendencia aún no ha sido debidamente estudiada.
El western
A primera vista, resulta sorprendente que un género tan específicamente estadounidense, tan ligado a una historia y unas condiciones exclusivamente locales, haya alcanzado en todo el mundo un éxito tan extraordinario. Bien es cierto que la mera fuerza bruta de la industria cinematográfica podría haber impuesto cualquier tema, por muy local que fuera; pero un cine sobre las hazañas de los boy scouts o de los jugadores de rugby, pongamos por caso, no habría tenido la misma aceptación masiva que el western.
La explicación profunda del éxito sin precedentes de este género hay que buscarla en el hecho de que la sistemática campaña de expolio y exterminio conocida como “la conquista del Oeste” ha sido la última gran “epopeya” de la “raza blanca” contra otras etnias y de la cultura occidental contra otras culturas (la actual “cruzada contra el terrorismo islámico” no ha terminado, por lo que todavía no es materia épica, y esperemos que nunca llegue a serlo). La explicación está, en última instancia, en el racismo y la xenofobia de una sociedad brutal, íntimamente orgullosa de su larga tradición de atropellos y masacres.
Con el tiempo, el western evolucionó desde las consabidas cintas de “indios y vaqueros”, burdamente maniqueas y solo aptas para niños y descerebrados, hacia relatos más centrados en la épica del héroe solitario y autosuficiente, eficaz expresión del mito estadounidense del self-made man; e incluso daría lugar a derivaciones tan curiosas e interesantes como el “spaghetti western”, cuya peculiar retórica hiperbólica (y a menudo autoirónica) merecería un estudio aparte. Pero, en conjunto, el western es sin duda el género cinematográfico que de forma más grosera (y a la vez más eficaz) ha proclamado la “superioridad” de la “raza blanca” y de la cultura occidental. Toda la propaganda nazi y fascista de los años treinta se convierte en un juego de niños ante esta gigantesca maniobra de colonización cultural e idiotización de las masas.
El musical
Este género en apariencia tan amable e inofensivo como los dibujos animados, y a menudo ensalzado incluso por la crítica “de izquierdas” (revistas tan prestigiosas como la española Film Ideal o la francesa Cahiers de Cinéma rindieron en su día delirantes homenajes al musical estadounidense), ha sido probablemente el que más ha contribuido a imponer en todo el mundo los nefastos patrones ético-estéticos (los “valores”, en última instancia) tardooccidentales (no olvidemos que la cultura de masas estadounidense no es más que la degradación de la cultura occidental, la apoteosis de su banalización y decadencia).
El musical es, desde el punto de vista temático, una variante de la comedia romántica, y como tal nos propone, ante todo, unos estrictos modelos de conducta masculinos y femeninos, unos protocolos de cortejo igualmente rígidos y, en última instancia, una idealización extrema del amor convencional (que no en vano es el mito nuclear de nuestra cultura). Pero su peculiar naturaleza artística, su condición de “gran espectáculo”, su eficaz utilización de los recursos estéticos y retóricos de la música y la danza, convierten al musical en la máxima expresión del glamour, la elegancia y la alegría de vivir.
Es interesante intentar ver un musical con ojos de niño o de espectador ingenuo, no familiarizado con las convenciones del género. Un hombre y una mujer están conversando normalmente y, de pronto, sin previo aviso y sin mediar provocación alguna, él empieza a cantar. ¿Un ataque de locura transitoria? De ser así, la locura es contagiosa, pues ella, en vez de llamar a un médico, se pone a cantar también, y a los pocos segundos, arrastrados por su delirio melódico, el hombre y la mujer están bailando claqué... Los críticos culturales solemos buscar los mensajes ocultos tras la literalidad de determinados mensajes aparentemente simples, pero deberíamos realizar también el ejercicio recíproco: analizar la literalidad de ciertos mensajes “poéticos”. En este sentido, no deberíamos pasar por alto el nivel puramente denotativo de ciertas metáforas y metonimias típicas del cine, la publicidad y otras formas de seducción-indoctrinación. En las sociedades occidentales, gritar de felicidad y dar saltos de alegría son manifestaciones poco comunes entre los adultos; pero no en vano las alusiones verbales a estos impulsos reprimidos (su enunciación sustitutoria) se han convertido en frases hechas, y el musical se limita a sublimarlas artísticamente, puesto que cantar y bailar no es más que gritar y saltar de forma articulada. Si tenemos en cuenta, además, la relación de la danza con el cortejo y con la sexualidad misma, no es difícil ver en el musical la expresión más clara y desaforada de la mitología amorosa (es decir, de la ideología) occidental. Recuerdo una discusión que tuve hace muchos años con un conocido crítico de cine comunista sobre Cantando bajo la lluvia (una auténtica obra maestra desde el punto de vista artístico, qué duda cabe). “No me negarás que es una de esas películas que ayudan a vivir”, me dijo en un momento dado, a lo que repliqué: “En efecto, y precisamente en eso estriba su peligro: ayuda a reconciliarse con una forma de vida inaceptable”.
Corbatas, tacones y hamburguesas
Desgraciadamente, la fascinación de la crítica de izquierdas por el musical estadounidense no es un fenómeno aislado. Sin ir más lejos, resulta paradójico (y preocupante) que en el más antiimperialista de los países y en el marco de un congreso sobre la diversidad cultural, disten de ser infrecuentes los signos de sometimiento a los patrones occidentales.
Si el traje de chaqueta (esa atrófica chaqueta que no en vano se denomina “americana”), uniforme oficial del macho dominante que lo distingue tanto de la clase oprimida (los obreros) como del género oprimido (las mujeres), es absurdo en todas partes, lo es doblemente en Cuba, y el hecho de que esté desplazando a la tradicional, elegante y funcional guayabera en los actos oficiales, es una señal de decadencia estética cuya importancia (nulla aesthetica sine ethica) no habría que subvalorar. ¿Y qué decir de la falocrática corbata, ese ridículo nudo corredizo de seda, a la vez signo de poder y de sometimiento, que en Occidente sigue siendo de uso obligatorio en muchos lugares y circunstancias?
¿Y qué decir de los zapatos de tacón (a cuyo éxito tanto han contribuido las divas de Hollywood)? No solo son obviamente inadecuados para caminar (y ya no digamos para correr), sino que, por si fuera poco, los traumatólogos llevan décadas denunciando los graves daños para los pies, e incluso para la columna vertebral, que acarrea su uso. Y, por otra parte, ¿cuál se supone que es su función? ¿Hacer más “atractiva” a la mujer que los lleva? Pero ¿quién puede encontrar atractiva a una mujer que lleva en los pies unos instrumentos de tortura que limitan su movilidad y dañan su salud? Solo un enfermo, obviamente, un machito baboso que se excita con la estética del dolor y la sumisión. La próxima vez, compañeras, que vayáis a calzaros unos zapatos de tacón, preguntaos qué pretendéis con ello. Si vuestra intención es excitar a los sadomasoquistas, y os parece, además, que el logro de tan alto objetivo merece la inmolación de vuestros metatarsianos y vuestras vértebras, adelante; pero si vuestra finalidad es otra (por ejemplo, que os consideren personas y no objetos), estáis adoptando una estrategia claramente equivocada.
Pero tal vez el más nefasto de los hábitos cotidianos impuestos por la cultura estadounidense (aunque no solo por ella, sino por los países ricos en general) sea el carnivorismo. Las hamburgueserías (y a ello ha contribuido el cine de forma muy especial) se han convertido, en todo Occidente (y en parte de Oriente), en importantes lugares de encuentro de los adolescentes, tan emblemáticos como las discotecas o los grandes centros comerciales. Y la disparatada idea de que “comer bien es comer carne” ha calado profundamente en casi todo el mundo, incluida Cuba, donde el consumo de cerdo está alcanzando niveles preocupantes (la última Feria del Libro de La Habana, sin ir más lejos, estaba llena de puestos ambulantes donde se vendían esas grasientas seudohamburguesas porcinas que hacen las delicias –y las barriguitas-- de tantos cubanos). El carnivorismo (y en especial el cerdivorismo) es nefasto desde el punto de vista dietético, económico y ecológico, y la revolucionaria Cuba debería abordar el tema con la seriedad que merece.
La defensa de la diversidad cultural bien entendida empieza por uno mismo, por una misma, y quienes nos oponemos a la dominación imperialista deberíamos ser más críticos con nuestras propias costumbres. Tendemos a considerar naturales nuestros hábitos cotidianos (dietéticos, indumentarios, amorosos), y a menudo no solo no son tan naturales, sino que en realidad ni siquiera son nuestros. En estos momentos, para Cuba, como para muchos otros países de todo el mundo, la mayor amenaza imperialista no está en el Pentágono, sino en
Hollywood y en McDonald’s.

miércoles, 11 de julio de 2007

Atención!!!

Hola Compañerxs les escribimos para invitarlxs a ser parte de la VideoBiblioteca Jacqueline Drouilly, este proyecto politico-cultural fue bautizado con este nombre en Honor a nuestra compañera estudiante de Trabajo Social de la U. de Chile que fue asesinada el 30 de octubre de 1974 estando embarazada, a manos de la DINA bajo la dictadura militar.
La VideoBiblioteca es autogestionada asi que siempre esta recibiendo material ya sean libros, DVD, VHS etc, porque la construimos entre todxs...
La invitación esta hecha... Y ahora que se vienen las vacaciones de invierno, no es malo leer un buen libro o ver una pelicula con contenido... Nos despedimos Fraternalmente.
P.D: Para ver el afiche más grande pincha sobre el.

jueves, 5 de julio de 2007

El Camello que Llora (Luigi Falorni y Byambasuren Davaa)

Narra las aventuras de una familia de nómadas en el desierto de Gobi (Mongolia) que tienen que afrontar una crisis cuando una camella re-chaza a su recién nacido después de un parto difícil. Sin su leche materna, el pequeño came-llo no sobrevivirá así que, conforme a un antiguo ritual, llaman a un músico vecino de un pueblo remoto para realizar un ritual que con-siga que la madre se haga cargo de su cría. Además de volver a unir a la madre con su recién nacido, la leyenda del peculiar ritual dice que éste tiene como efecto secundario hacer que la madre llore.

Con Animo de Lucro (Joan Planas)


“Con ánimo de lucro” es un documental que habla sobre la pobreza del tercer y el primer mundo, analizando las dos sociedades desde las ONG, la televisión, la educación, los políticos y la religión, poniendo en duda la aplicación de los 8 objetivos del milenio y proponiendo una solución.
“Con ánimo de lucro” no pretende dañar a ninguna persona ni medio, solo mostrar los errores que se cometen para reflexionar como solucionarlos.
“Con ánimo de lucro” te hará reflexionar sobre tu actitud, y la importancia de cambio que un solo individuo puede poseer.
El documental se filmó en dos partes: En Nicaragua entre finales de Enero y principios de Febrero, y en Barcelona a finales de Abril hasta Agosto.

La Espalda del Mundo (Javier Corcuera)

La película se compone de tres reportajes que afrontan otras tantas situaciones de degradación humana e injusticia social y política. El primer pasaje, El Niño, sigue los pasos de Guinder Rodríguez, un espabilado y encantador chaval de 11 años, que malvive con su numerosa familia en una chabola de los suburbios más pobres de Lima. De su mano se muestra el duro trabajo de los picapedreros, al que se ven abocados muchos menores de la zona, que deben hacer esfuerzos heroicos para seguir recibiendo educación escolar. El segundo fragmento, La Palabra, es un homenaje a Leyla Zana, la primera mujer kurda que llegó a ser diputada en el parlamento turco, y que lleva desde 1994 en una cárcel de Ankara, cumpliendo una condena de 15 años. El motivo: llevar a su juramento parlamentario una diadema con los colores de la bandera de Kurdistán y pronunciar, en el prohibido idioma kurdo, una frase sobre la hermandad entre su pueblo y el pueblo turco. Esta vez guían la historia sus familiares, y especialmente su marido, Mehdi Zana, que fue el primer alcalde kurdo de Diyarbarkir -la principal ciudad del Kurdistán turco- y que ahora vive autoexiliado en Suecia, tras pasar 16 años en la cárcel. Sobre él pesan todavía otras condenas por un total de más de 25 años de prisión. Finalmente, en La Vida, la cámara se adentra en el corredor de la muerte de una cárcel de Texas, para mostrar sin concesiones la deshumanización que conlleva la pena capital. Al hilo de las confesiones íntimas de Thomas Miller-El -un condenado negro, que ya ha sufrido diez fechas de ejecución y ha conocido a 120 ejecutados-, se presentan las declaraciones alucinantes, en su terrible frialdad burocrática, del alcaide, el capellán protestante y otros funcionarios de la cárcel, así como las sentidas opiniones de familiares de condenados y de alguna víctima.

miércoles, 4 de julio de 2007

¿Quieres formar parte de la VBJD?


Para tener acceso al material disponible, películas y libros, solo debes acercarte a la escuela de Trabajo Social de la UTEM, Vidaurre 1550, preguntas por alguien del CAE y te inscribes. El valor de la inscripción es de 300 pesos o una donación equivalente en dvds vírgenes, películas o libros. Luego podrás pedir un máximo de 2 películas por préstamo, se prestan por una semana, y los libros es conversable la extensión del préstamo dependiendo del libro (extension).

martes, 3 de julio de 2007

Nacido para Matar. (Stanley Kubrick)

Stanley Kubrick haciendo su visión personal de la guerra de Vietnan, a partir de dos segmentos: el férreo entrenamiento de jóvenes marines y la devastadora experiencia en el campo de batalla. Toda una perspectiva cruel y alienante, y también una crítica antibelicista a esa contienda, y por sobre todo un grandioso filme de lo mejor del cine bélico, muy superior a otras, para rescatar y ver.

Los Edukadores. (Hans Weingartner)

Jan (Daniel Brühl), Peter (Stipe Erceg) y Jule (Julia Jentsch) están en plena juventud rebelde. Les une la pasión por cambiar el estado de las cosas. Jan canaliza su ira luchando contra las injustas políticas de los ricos. Comparte los mismos ideales con su compañero de piso, Peter, aunque éste de forma más relajada. Jule, la novia de Peter, acaba mudándose al mismo piso cuando no puede llegar a final de mes con su salario de camarera. Jule no sabe que Jan y Peter son Los Edukadores, los misteriosos autores de actos creativos y no violentos con los que se dedican a avisar a los miembros del club de yates de que "sus días de abundancia están contados". Pero Jule también tiene un secreto: tuvo un accidente de coche y fue condenada a pagar una suma mensual a Hardenberg, un rico hombre de negocios. Mientras Peter está de vacaciones, Jule y Jan aprovechan para entrar en la villa de Hardenberg (Burghart Klaussner) y "educarle". Entre otras cosas, les empuja el creciente sentimiento que les une. Cuando Jan y Jule regresan a la villa la siguiente noche para recoger el teléfono celular que han dejado, Hardenberg les sorprende. No les queda más remedio que llamar a Peter para que les ayude, aunque se arriesgan a que descubra su romance secreto. El trío decide secuestrar al hombre de negocios y esconderse en la casa que un pariente tiene en las montañas. Estos jóvenes idealistas deberán enfrentarse a los valores de la generación en el poder.

Lost in Translation. (Sofia Coppola)

Bob Harris (Bill Murray) y Charlotte (Scarlett Johansson) son dos americanos en Tokio. Bob es una estrella de cine que ha venido a rodar un anuncio de whisky y Charlotte ha venido a acompañar a su marido (Giovanni Ribisi), un fotógrafo adicto al trabajo. Insomnes, Bob y Charlotte se cruzan una noche en el bar de su lujoso hotel. De este encuentro casual surge una sorprendente amistad. Charlotte y Bob vagan por Tokio, tienen divertidos encuentros con sus habitantes y acaban profesando una nueva fe en las posibilidades de la vida.

La Vida es un Milagro (Emir Kusturica)

Bosnia, 1992. Luka (Slavko Stimac), un ingeniero serbio de Belgrado, se ha instalado en un pueblo en medio de ninguna parte con su mujer cantante de ópera, Jadranka (Vesna Trivalic), y el hijo de ambos, Milos (Vuk Kostic). Luka está preparando la construcción del ferrocarril que va a transformar la región en un pa-raíso turístico. Completamente absorto en su trabajo y cegado por su optimismo natural, está sordo al cada vez más persistente rumor de la guerra. Cuando el conflicto estalla, la vida de Luka se ve alterada: su mujer, Jadranka, desaparece del brazo de un músico mientras que su hijo, Milos, es llamado al frente. Siempre optimista, Luka aguarda el regreso de su familia, pero Jadranka no vuelve. Milos es hecho prisio-nero y el ejército serbio nombra a Luka guardián de Sabaha (Natasa Solak), una joven musulmana que ha sido tomada como rehén. Al po-co tiempo, Luka se ha enamorado de Sabaha, pero la joven está desti-nada a ser intercambiada por un prisionero serbio: su hijo Milos.

La Quimera del Oro (Charles Chaplin )

"La quimera del oro" es un clásico cinematográfico con el que el propio Charles Chaplin expresó que quería ser recordado.

Chaplin llega a Alaska durante "la fiebre del oro" en busca de riquezas, pero para conseguir su propósito tendrá que pasar ciertas vicisitudes. Para sobrevivir tendrá que comerse sus propias botas, luchando contra las adversidades y todo tipo de peligros con valor y entusiasmo. Una maravilla cinematográfica inolvidable.

Coffee and Cigarettes (Jim Jarmush)

Un director local (no recuerdo bien quien, así que perdón por el olvido) me dijo una vez que se molestaba cada vez que algún crítico se refería a una película como un "ejercicio". Según él -y no dejaba de tener algo de razón- una película siempre será mucho más que un mero ejercicio. Quitarle tardes de valiosa vida a un mínimo de dos docenas de personas y conseguirse una cifra siempre obscena de dinero para "ejercitarse", tal vez no sea un hecho muy corriente. Argumentaba el cineasta que hasta la película más chica es ya una película hecha y derecha, un trabajo en serio. Sin embargo, y a pesar de que en general concuerdo con esta idea, hay veces en que no se puede entender una película sino como nada más que un mero ejercicio, un estirar de músculos o una sacada de gusto, un carrete con amigos, antes de seguir filmando otras cintas "en serio". Coffee and Cigarettes, la penúltima película de Jim Jarmusch, es la mejor demostración de este tipo de película, puesto que nadie podría pensar que esta colección de 10 cortos de calidad muy dispar, filmados a lo largo de 17 años, que no tienen nada en común más que el café y los cigarrillos del título, es un filme hecho y derecho.

Pero junto con ser un "ejercicio", Coffee and Cigarettes tiene la particularidad de ser un ejercicio de Jim Jarmusch, un nombre que a estas alturas engloba mucho más que el cine de un tipo llamado Jim Jarmusch. Al decir Jarmusch uno habla no sólo del cineasta, sino de la estrella medio alternativa, amiga de otros famosos medio alternativos, un cinéfilo entrañable (ahí está la dedicatoria de Broken Flowers a Jean Eustache y el reconocimiento a Hou Hsiao Hsien en su discurso en Cannes para demostrarlo), un favorito de los festivales más importantes que hace cine con estrellas de Hollywood, un tipo alto, flaco y con el pelo rubio-blanco-parado, con una voz lenta y un sentido del humor veloz y agudo.

Coffee and Cigarettes es como una especie de resumen de la obra del Jarmusch-cineasta interpretada por los amigos del Jarmusch-celebridad. Tom Waits, Iggy Pop, Steve Buscemi, Roberto Benigni, Steve Coogan, Alfred Molina, Cate Blanchett y otros varios protagonizan una serie de sketches en blanco y negro, pequeños gags que en algunos casos giran en torno al absurdo o la comedia disparatada (el de con Benigni y uno de un dúo de mafiosos de Staten Island), pasando por el retrato de la vida de las celebridades (el de Molina y Coogan, el de Banchett en un papel doble y el de Tom Waits con Iggy Pop) por una especie de crónica de hermanos-amigos (el de los White Stripe y el de Joie Lee con Cinqué Lee) o lo simplemente improvisado, críptico y carente de sentido (el corto Renee protagonizado por Renee French). Algunas de las historias están algo mejor construidas -sobre todo la de Coogan y Molina, titulada Cousins? y la de Cate Blanchett, llamada Cousins - y permiten crear una suerte de atmósfera, que sin embargo se esfuma apenas comienza la siguiente viñeta. Todas además parecen pedazos de viejas películas de Jarmucsh (Mistery Train, Down by Law, Ghost Dog), retazos, personajes o situaciones de una obra que no alcanza a resumirse ni a quedar siquiera esbozada en los pocos minutos de cada historia.

El desfile de famosos, la música y los detalles al margen (fotos por aquí y por allá que hacen referencia a películas anteriores y a chistes internos) probablemente logren entretener al más fanático de Jarmusch, pero para mí no es más que un entremés un tanto pasado, como esas ramitas o bolitas infladas con sabor a queso que se ponen en una fiesta y que uno sólo se come de aburrido cuando no ha llegado nadie o cuando todos se han ido.

Si al poco tiempo de hacer Coffee and Cigarettes Jarmusch no hubiese hecho Broken Flowers, o si hubiese hecho una nueva película igual de mala que Coffee and Cigarettes, a lo mejor habría que repensar la teoría del ejercicio o la película como un carrete con amigos. Pero por suerte no es así, y esta colección poco prolija de cortos quedará tranquilamente relegada a un segundo plano en la obra de un tipo que por desgracia o por fortuna es muchas veces mucho más (o mucho menos) que las películas que hace.

Cinema Paradiso. (Giuseppe Tornatore)

La película es un largo homenaje al género cinematrográfico. En un largo flashback narra la historia de un respetado director de cine (Salvatore, interpretado por Jacques Perrin) que vuelve a su antiguo pueblo siciliano para acudir al funeral de su viejo amigo Alfredo (interpretado por Phillipe Noiret), el antiguo proyeccionista del cine Nuovo Cinema Paradiso y también artífice de su pasión por el cine en su infancia y juventud. La películΧa constituye un retrato sentimental de la Italia de la posguerra y una declaración de amor al cine.

Esta obra cinematográfica es la suma de tres características cruciales en la elaboración de una película: está dotada de una historia minuciosa, que trae consigo un análisis profundo, y estos dos factores están expresados con amplia versatilidad técnica en la realización.

El director italiano muestra en esta película la historia de Totó (cuyo nombre real es Salvatore), un personaje que tiene un amigo bastante cercano y mayor (Alfredo), de quien aprende –gracias a su extremo ahínco- las técnicas de proyección de películas.

“Totó”, como prefiere ser llamado el protagonista, tiene problemas económicos en su niñez porque su padre se ha ido a la guerra, por lo que debe tocar las campanas en la iglesia del pueblo (la historia se desarrolla en un pueblo de Sicilia; en 1954 coincide con su adolescencia). Como el sacerdote para quien trabaja es el dueño de “Cinema Paradiso”, el teatro donde los ciudadanos asisten para ver las noticias y películas, Totó se acerca a Alfredo, quien cede ante su insistencia en el aprendizaje de las técniΨcas de proyección.

Con el paso de los años, Totó perfecciona sus conocimientos, aplicándolos cuando debe reemplazar a Alfredo después que éste sufre un accidente ocurrido por una manipulación inadecuada de las cintas en una proyección, y que da lugar a la reconstrucción del teatro. Mientras esto sucede, Totó crece y vive su primera experiencia de amor. Después de muchos años, contrariando el consejo de Alfredo, pero forzado a asistir a su funeral, Totó vuelve al pueblo, donde recuerda su infancia y juventud, acompañado de la nostalgia que despiertan ciertas cosas que su madre y Alfredo guardaron para él.
La cinta tiene una historia conmovedora, que se apoya fuertemente en un formidable manejo de la fotografía y sonido. Además, es un homenaje al cine antiguo (pues hay decenas de referencias en imágenes y diálogos, desde Jean Renoir hasta Charles Chaplin), al cariño por el cine, a su historia y técnicas… pero ante todo, es una reflexión sobre la fuerza de voluntad.

Batalla en el Cielo. (Carlos Reygadas)

Marcos (Marcos Hernández), un chófer mesti-zo que trabaja para un general, secuestra con la ayuda de su mujer a un bebé que, desgra-ciadamente, muere de forma accidental. Marcos demuestra ser mucho más frágil de lo que se esperaba y empieza a derrumbarse.
Confiesa lo que ha hecho a Ana (Anapola Mushkadiz), la hija de su jefe, una chica que se pros-tituye por placer. Ana y la mujer de Marcos intentan, cada una por su lado, ayudar a Marcos, pero es inútil, ya es demasiado tarde. Marcos se hunde en el abismo y arrastra con él a Ana durante un extraño peregrinaje a la basílica de Guadalupe.

Salvador Allende: La caída de un presidente. (Pablo García)


Documental producido en Argentina que da cuenta de la figura de Allende a través de abundante material de archivo. Muchas de las escenas disponibles aquí (Allende entrevistado en el living de su casa, bromeando en un almuerzo, recibiendo visitas ilustres) son prácticamente inéditas en Chile.

Fuente: www.hommodolars.cl

La Ciudad de los Niños Perdidos. (Jean-Pierre Jeunet , Marc Caro)


Fantástico. Sobre una plataforma marina perdida en la niebla, más allá del viejo campo de minas, el malvado Krank envejece prematuramente pues le falta una dimensión esencial: la facultad de soñar. Es por esto que rapta a los niños de la ciudad a fin de robarles sus sueños....Está acompañado de algunos compañeros de infortunio: Irvin, un cerebro que se encuentra en un liquido transparente dentro de un acuario; la señorita Bismuth y una banda de clónicos. En el otro lado de la niebla, en la ciudad portuaria, se encuentra One, una fuerza de la naturaleza, ingenuo pero terriblemente valiente, que busca a Denre, su hermano pequeño desaparecido / "Toda una demostración del talento visual de Jeunet y Caro. Una película de imagen e historia tenebrosa, barroca y fascinante"

Nostalghia (Andrei Tarkovsky)

Una pareja de rusos (Andrei, un escritor y Eugenia, una traductora) llega hasta unos baños termales en la ciudad de Vignoli, una antigua y alejada población de la península itálica. En el lugar, se dan cita los más extraños personajes (poetas, escritores, artistas plásticos, personas con desequilibrios emocionales) y conviven diariamente pasando sus días en la más apacible de las estancias.

El motivo por el cual Andrei viajó desde su Rusia natal, es poder recabar la mayor información posible acerca de Ravel Sasnowsky, un compositor de música clásica que por el 1700 habría usado los baños como sitio elegido para inspirarse y llevar a cabo su prolífica obra.

Eugenia, la mujer que lo acompaña y que debe oficiar de traductora, está enamorada de él, pero Andrei ni siquiera lo intuye. Instalados en el hotel, ella intentará conquistarlo por todos los medios, pero al final se rinde, luego de darse cuenta de que el aburrimiento y las pocas ganas de comunicación que presenta el escritor, obedecen a una melancolía patológica en la que se sume al tomar conciencia del destierro que sufrío de su país natal.De esa forma, Andrei hará de su habitación, el lugar elegido para dar rienda suelta al fluir de su conciencia (algo en lo que los rusos son expertos. Recordemos a Tolstoi o Dostoievsky) y a través de un proceso conciente en algunos casos e inconciente en otros, intentará reconstruír los recuerdos de su esposa, su hijo y la aldea en la cual vivió antes de tener que emigrar.

A la par de estos procesos (que por momentos parecen transformarse en el verdadero nodo argumental) Andrei y Eugenia recorrerán las instalaciones del hotel, los baños termales y los alrededores del lugar, encontrándose con los típicos personajes que habitan los pintorescos pueblos de Italia, aquellos que tan bien describieron los directores del neorrealismo italiano tales como Fellini, Visconti o De Sica.

Y será allí donde el escritor conocerá a Doménico, un hombre un tanto desequilibrado, atormentado por el fin del mundo y que lejos de aportarle datos biográficos acerca del compositor sobre el cual está investigando, lo hará reflexionar sobre algunas cuestiones, temáticas y concepciones que se repiten en ambos, como si se tratara de la misma persona.
Doménico, si bien es italiano, no se reconoce un ciudadano puro, sino que en todo momento se siente un extranjero dentro de su país, lo que hace que Andrei sienta una gran identificación, ya que él conoce a la perfección los efectos del desarraigo.

A simple vista, la historia es sencilla, simple y hasta algo banal. Pero el cine de Tarkovsky es todo lo contrario. Detrás de cada una de las imágenes que componen el film, hay temas muy profundos que se desprenden de la historia, tales como el destierro, el pasado, el avance de la modernidad (y la consecuente degradación axiológica que el mismo acarrea) la memoria y los afectos perdidos, todas cuestiones que no hacen más que aumentar la nostalgia, el recuerdo y la melancolía por los días que forman parte del pasado, un pasado que tanto Andrei como Doménico reconocen eternamente imborrable e inevitablemente irrepetible.

Buena Vista Social Club (Win Wenders)

Ritmos de Cuba

Decir documental, a veces, suena a algo así como ‘aburrido’. No es el caso de este magnífico documento, especie de poema musical y visual que mezcla el arte de un montón de artistas cubanos con sus testimonios personales acerca de su percepción musical y contexto cultural.
Con este material el alemán Wim Wenders teje un tapiz maravilloso y logra el prodigio de hacer llegar a gente de toda condición Cuba con su historia, su vida, su música y su gente... Y, por supuesto, la música cubana, que fluye como un río, según explica Ry Cooder, uno de los impulsores del film. Buena Vista Social Club, que fue justo contendiente al Oscar al mejor documental, tiene la virtud de aficionar a la música latina incluso a la persona más recalcitrante. Hagan, si no, la prueba, amigos.

El violinista y la apisonadora (Andrei Tarkovsky)

Un impecable cuento que se erige entre el trajín diario de un niño y su amigo, con la transformación física de un país golpeado por la guerra y en vías de transformación. Siguiendo los pasos simbólicos, aunque aquí mas realista... pero no menos bellos, de El Globo Rojo, esta historia hace que recorramos junto a Sasha las oníricas fugas de un niño por un país en reconstrucción, rodeado por el abuso que emergen en las calles, la amistad, las necesidades, las obligaciones, y el inocente amor casual.Sasha, un niño con un singular afinidad por el violín, usualmente fastidiado por los muchachos del barrio, conoce al operador de la aplanadora que alquitraniza la calle frente a su edificio, a partir de este inusual personaje y su poderosa maquina, nuestro protagonista comienza un amistosa relación y recorrido por el Moscú de post-guerra.A través de un breve relato, el examen de graduación de Tarkovski nos pasea por un historia bellamente fotografiada, con algunas torpezas técnicas, pero rescatando sin sobresaltos ni falseamientos la simple fantasía de un niño con la realidad implacable de su etapa.Con un nivel alto en narración tanto en lo visual como en los diálogos y situaciones de gran dureza emocional, “El Violín y la Apisonadora” muestra por un lado; dos mundos pequeños y despreciados, el mundo del obrero y el del artista ridiculizado. Quizá valla muy lejos, pero la unión de estos personajes opuestos es de una hermandad implícita, una invocación a un paternidad desconocida. Recordemos que nunca vemos al padre de Sasha, quizá murió en la guerra o es soldado, lo importante es la necesidad de un protector, un amigo, un guía, un compañero de vivencias que siempre este ahí, aun cuando no comprenda su música, el niño le enseñará; hablaba con autoridad Sasha, con su perfecto conocimiento de las propiedades del sonido. Como también carecía de la conciencia de las necesidades de su época, que en su acomodado departamento nunca conoció y que Sergei le enseño por medio de la justa dureza que solo un padre-amigo puede ofrecer. La tensión familiar se siente en el aire. Aun así la imagen materna es respetada… ya que podría haberse fugado. ¿Por que la madre de Sasha no lo acompaña a su examen de violín?

Por otro lado; Muchos de los niños de post-guerra perdieron sus padres, sienten envidia de la afinidad fraternal y el talento artístico del pequeño burgués. “Solo eres bueno con el violín” –grita el rudo líder de la pandilla, cuando Sasha disfruta de su momento de liderazgo sobre la apisonadora. Se demuele lo viejo, se levanta la modernidad, el país se reconstruye y los duros sobreviven, Sasha no puede salir al cine con su amigo, pero puede fantasear con la cotidianeidad.Finalmente me queda dando vueltas; El hombre que sin mucha desgana y con naturalidad esperaba a su pequeño amigo cerca del cine, decide al fin darle la oportunidad a la colega de trabajo que lo persigue desde el comienzo. ¿Que hay en esta constate negación de heterosexualidad por parte de Sergei? Dos mujeres en esta historia de alguna u otra forma están entre la relación de Sasha y Sergei; el obrero y el artista.¿Una alegoría de matriarcal gobierno que desea ver separados estos irreconciliables mundos? Quizá exagero, en fin. Un film bello, con ritmo y con muchos cuestionamientos interesantes a partir de lo simple y lo detallado.